domingo, 19 de mayo de 2013

Imán

Hoy os presento esta novela, Imán, primera que escribió Ramón J. Sender, y que, en propias palabras recoge "observaciones desordenadas, a veces demasiado prolijas, a veces sin forma literaria, recogidas durante mi servicio militar en Marruecos, a raiz del desastre del 21", puntualizando que "la imaginación ha tenido bien poco - nada, en realidad- que hacer".

Publicada en 1930, es el crudo relato del desastre de Annual, ocurrido en el marco de la guerra africana del Rif, tras el levantamiento de las cábilas rifeñas, lideradas por Mohamed ben Abd-el-Krim el Jatabi.

Su protagonista es Viance, un quinto aragonés, de extracción humilde que es destinado a una posición de choque, R. en la novela, desde la que se verá obligado a huir, en solitario, por el ataque sorpresivo de las cábilas, recorriendo decenas de kilómetros en retirada hacia Melilla. Durante ese forzado éxodo, es testigo de la brutalidad de la guerra, de la corrupción y cobardía de la mayoría de los mandos y de la muerte de personas que, sencillas como él mismo, se alistaron bajo un impulso ajeno, sin ideas propias ni información sobre la realidad, sólo por la admiración que les suscitaban los héroes de la guerra, retratados en la prensa de forma parcial.

El desmoronamiento psíquico de Viance se va haciendo patente a medida que avanza la novela, hasta que, en cierto momento, durante la desesperada defensa de Annual, toma conciencia de la realidad de los héroes: "¡Claro! - piensa Viance- nosotros somos lo que en la prensa y en las escuelas llaman héroes. Llevar sesos de un compañero en la alpargata, criar piojos y beber orines, eso es ser héroes. Yo soy un héroe. ¡Un héroe! ¡Un hé-ro-e!. La palabra, al repetirla, pierde sentido y llega a sonar como el gruñido de un animal..."

Ramón José Sender Garcés (Chalamera, Huesca, España, 3 de febrero de 1901 - San Diego, California, EEUU, 16 de enero de 1982), nació en el seno de una familia acomodada. Sus vivencias pueden seguirse en su obra más conocida: Crónicas del Alba, que constituye un relato autobiográfico.

Con diecisiete años abandonó su hogar, por discrepancias con su padre, y se trasladó a Madrid, donde tuvo que vivir al raso, durmiendo en el Retiro durante tres meses. Poco a poco, comenzó a colaborar con pequeños artículos en periódicos, sin abandonar las voraces lecturas de cuanto podía, en el Ateneo de Madrid o en diversas bibliotecas. Actividades que compaginaba con los estudios de Filosofía y Letras, que tuvo que abandonar, o con la participación en reuniones políticas con obreros anarquistas.

Obligado a volver al hogar paterno por su padre, al ser menor, volvió a abandonarlo en 1922 al ser llamado a filas para la guerra de África. Allí pasó de soldado raso a alférez de complemento. A su vuelta a Madrid, en 1924, consiguió una plaza de redactor en el diario El Sol, donde empezó a ser conocido como periodista y como autor. En 1927 fue encarcelado en la Modelo de Madrid, por sus actividades contrarias al gobierno del general Primo de Rivera.

La guerra civil constituyó un fuerte golpe para Sender, pues le sorprendió cerca de Segovia, en territorio rebelde, donde se encontraba veraneando junto con su esposa y sus dos hijos de corta edad. Decidieron separarse, ella con destino a Zamora, a refugiarse con su familia, de ideas conservadoras, y él atravesando el frente para unirse a las tropas gubernamentales. Poco tiempo después tuvo conocimiento de que su esposa había sido fusilada en Zamora, al no poder los rebeldes apresarle a él.

Gracias a la Cruz Roja Internacional pudo recuperar a sus hijos en Francia. Tras el final de la Guerra Civil, y su internamiento en un campo de concentración francés, emprendió el exilio en México, junto a los dos niños. Más tarde, marchó a Estados Unidos, donde volvió a casarse y fue profesor en las Universidades de Nuevo México (1947-1963) y del Sur de California, en San Diego (1965-1973). A su fallecimiento, fue incinerado y sus cenizas arrojadas al Océano Pacífico.

Acompaño este enlace para quienes tengan mayor curiosidad sobre este magnífico autor

http://cvc.cervantes.es/actcult/sender/



miércoles, 1 de mayo de 2013

A cada cual, lo suyo

A cada cual, lo suyo ("A ciascuno il suo") es una fantástica novela policiaca, en la que el detective no es tal, sino Paolo Laurana, un simple profesor de italiano y latín en un instituto palermitano.

En un pueblecito del interior de Sicilia, Manno un farmacéutico muy querido en el mismo, recibe un anónimo, hecho con letras de periódico recortadas, amenazándole de muerte. Como no tiene enemigos, lo toma a broma y sigue con su rutinaria vida. Sin embargo, durante una partida de caza con su amigo el doctor Roscio, cae muerto, abatido por unos disparos realizados por desconocidos.

Los Carabinieri encargados de la investigación manejan diversas hipótesis que terminan en vía muerta. Sólo el profesor Laurana sigue la pista correcta: el reverso de las letras del anónimo contiene la expresión "Unicuique", de la frase "Unicuique suum" (A cada cual lo suyo), lo que indefectiblemente le lleva a pensar que las letras que forman parte del mensaje, se obtuvieron del diario L'Osservatore Romano, cuyo lema es la frase latina en cuestión. Solo hay un problema... los únicos receptores del diario vaticano son el párroco de Santa Ana y el Arcipreste, dos venerables religiosos. Todo indica que el destinatario del mensaje no era el farmaceutico Manno.

La novela tuvo su versión cinematográfica, estrenada en 1967, dirigida por Elio Petri y protagonizada por Gian MariaVolonté e Irene Papas. Obtuvo un premio en el Festival de Cannes por su escenografía, cuyo artífice fue Ugo Pirro.

Leonardo SciasciaLeonardo Sciacia (Racalmuto, Sicilia, 8 de enero de 1921 - Palermo, Sicilia, 20 de noviembre de 1989) llegó a ser considerado, durante los años setenta y ochenta del pasado siglo, tras su alejamiento del Partido Comunista de Italia (PCi), la voz de la conciencia de su país, por su constante denuncia de la corrupción política y de la mafia.

Siciliano hasta la médula, tomó el gusto por la literatura y la lectura por dos profesores que tuvo en su adolescencia, mientras estudiaba en  Caltanissetta, donde entra en contacto con ambientes antifascistas.

Durante la guerra mundial trabaja en el consorcio agrario de Racalmuto, lo que le permite observar la pobreza de los agricultores y de los recolectores de sal y de azufre de la localidad. Circunstancias que motivan sus primeros relatos. Poco antes del final de la guerra se licencia en Magisterio.

Comienza a publicar sus relatos, compaginando su trabajo como maestro con la dirección de la revista "Galleria", de la que es fundador, dedicada a la difusión de la cultura y de la crítica literaria. Gran admirador de Pirandello, colabora con diversas personalidades de la cultura italiana, como Pier Paolo Pasolini.

Como parlamentario electo, participó en la investigación del asesinato de Aldo Moro. Al final de su vida, movilizó a la sociedad italiana en favor del respeto riguroso de las leyes, y contra la utilización de la lucha antimafia como instrumento de poder, empleado tal como el fascismo hizo durante los años veinte, hasta el desembarco de los americanos en Sicilia, en julio de 1943.

Añado un link a la página de amigos de Leonardo Sciacia, que contiene una completa información sobre el autor y su obra.

http://www.amicisciascia.it/